Dicen de Singapur que es la ciudad más limpia del mundo. Durante los tres días que hemos estado allí hemos ido buscando algún papel por el suelo… y no lo hemos encontrado!!! Así que corroboraremos eso de que es la ciudad más limpia 🙂 Además de limpia, Singapur es una ciudad muy moderna y organizada. A pesar de toda la gente que se mueve por sus calles y por su red de transportes cada día, la sensación de caos y agobio es mínima.
 
Llegamos en un vuelo desde Indonesia y esa misma tarde nos fuimos hacia la bahía desde dónde podíamos ver el espectacular Marina Bay Hotel, uno de los iconos de Singapur. Desde allí también pudimos hacernos unas fotos con la estatua de Merlion, mitad león, mitad pez y símbolo de la ciudad.
 
Luego fuimos a visitar la pequeña India de Singapur y acabamos el día paseando por la zona de Clarke Quay, situado a orillas del río y dónde encontramos un montón de restaurantes y bares de copas. Para cenar existe una variedad enorme dónde elegir: mexicano, español, japonés… nosotros nos decantamos por un tailandés.
Al día siguiente, dedicamos la mañana a pasear por la zona de Orchard, una gran avenida llena de tiendas y grandes centros comerciales. Además visitamos el barrio chino y algunos de sus mercados y templos. Por la tarde y tras pasar por el barrio árabe, fuimos a los jardines del Marina Bay, situado justo detrás del famoso hotel.
 
Jardines del Marina Bay
Los jardines de la bahía, abiertos desde Junio del 2012, están compuestos por una parte al aire libre y de entrada gratuita, y dos pabellones a los que se accede pagando. Nosotros no nos quisimos perder nada así que también fuimos a los pabellones. En el primero, llamado el pabellón de las flores, vimos todo tipo de árboles y flores procedentes del Mediterráneo y Sudamérica. Aquello era como un parque pero con aire acondicionado, algo que agradecimos mucho ya que a esas horas hacía tanto calor que se podía freír un huevo en el suelo 🙂 El segundo pabellón, la selva nublada, recrea un clima más húmedo y tropical con una enorme cascada en la entrada y una gran montaña recubierta de vegetación. Tras visitar los pabellones fuimos a la zona al aire libre dónde destacan unas grandes estructuras con plantas en los laterales que recrean árboles gigantes; son los llamados Superárboles. Al atardecer realizan un espectáculo de luces y sonido en los que éstos superárboles se van iluminando al ritmo de la música. Y allí estábamos tumbados en el parque, viendo el espectáculo y pasando las que se suponían eran nuestras últimas horas en Singapur… se nos había hecho muy corto!! A la mañana siguiente viajábamos hacia Malasia, pero Singapur nos estaba encantando, así que cambiamos los planes y decidimos quedarnos una noche más…
 
Al día siguiente visitamos otro de los jardines botánicos de Singapur en el que se encuentra un jardín de orquídeas; cientos de diferentes tipo de orquídeas que por culpa de la lluvia no pudimos disfrutar del todo…
 
Después de visitar los jardines recogimos nuestras mochilas del hostal dónde estábamos y nos dirigimos al que sería nuestro alojamiento durante la última noche en Singapur… el Hotel Marina Bay!! Esto fue una super sorpresa de María y es que el día anterior, cuando estábamos en los jardines de la Bahia, hizo la reserva por internet sin que me diese cuenta jijiji.  
Una noche en el Hotel Marina Bay de Singapur
El hotel en sí ya es una atracción turística. Es uno de los edificios más reconocibles y fotografiados de la ciudad y miles de personas lo visitan cada día para acudir a alguno de sus restaurantes o bares. El hotel tiene 2.561 habitaciones. El complejo cuenta además con un casino, un museo, un centro comercial en el que te puedes mover en alguna de las góndolas que navegan por su canal, una discoteca y varios bares y restaurantes de reconocidos chefs.
 
Nos dieron una habitación en la planta 46 con vistas a la ciudad, pero sin duda lo mejor estaba un poco más arriba. En la planta 57 se encuentra la piscina elevada más grande del mundo, 150 metros de piscina infinita a 200 metros de altura con las mejores vistas de la ciudad.
 
Por la noche, en los alrededores del hotel pudimos ver el espectáculo de luces y sonidos. En él numerosas imágenes se proyectaban sobre chorros de agua, y todo ello con la línea de rascacielos de fondo.
A la mañana siguiente y después del desayuno en el bufet del hotel nos subimos de nuevo a la piscina dónde pasaríamos, esta vez sí, nuestras últimas horas en Singapur; unas últimas horas perfectas, en la que ha sido para nosotros la ciudad perfecta 😉
 
Singapur es un lugar perfecto para quienes gustan de un lugar divertido y desean pasar un momento agradable con su pareja. Además, el mejor momento para visitar Singapur en luna de miel.
https://ciudadesconencanto.com/singapur-luna-de-miel/
Aaayyyy que pasada!!!! Que ganas entrar!!!! Bueno nuestra hucha ya lleva 500 €… jejej ya queda menos!!!!!
Jaja uy pues llevais muy buen ritmo!! Con eso podeis tener ya para casi un mes de alojamiento por aqui!!! :))