Finalizamos 2017 embarcándonos en un nuevo viaje. Unas vacaciones en las que durante la primera parte visitaríamos Jordania, recorriéndolo en coche de alquiler.
Llegamos al aeropuerto de Amman pasada la medianoche. Fue nuestra primera experiencia volando con Turkish Airlines, y la verdad que fue todo bastante bien.
Desde el aeropuerto tomamos un taxi hasta el downtown de la ciudad, que se encontraba a unos 35 kilómetros, y donde teníamos contratadas dos noches de hotel. Estas eran las únicas noches que teníamos reservadas; el resto de alojamientos los iríamos cogiendo sobre la marcha.
El día siguiente amaneció con lluvia, y la previsión era que lo hiciese durante todo el día, así que esto hizo que cambiásemos algunos de nuestros planes. En principio, durante nuestro primer día en Jordania pensábamos dedicar la primera parte de la mañana a visitar algunos de los lugares más importantes de Amman, para al mediodía tomar un autobús hacia Jerash y visitar su ciudad antigua. Sin embargo, la lluvia haría que el ritmo de la visita fuera más lento, así que consideramos dejar Jerash para el día siguiente, cuando ya contaríamos además con nuestro coche de alquiler.
Visita de Amman
El primer lugar que visitamos en Amman fue su Ciudadela; se encontraba a apenas 20 minutos caminando de nuestro hotel, por lo que fuimos a pie. Visitamos el Templo de Zeus, el Odeon… una lástima que la visita quedara deslucida por el mal tiempo.
Tras la Ciudadela, y viendo que la lluvia no cesaba, nos montamos en un taxi que nos llevó a la Mezquita del Rey Abdullah (o Mezquita Azul) primero, y al Museo Nacional después. Al ser lugares cubiertos, sobretodo el museo, nos permitió relajarnos un poco y entrar en calor.
Tras estas visitas, regresamos un rato al hotel donde comimos algo y aprovechando un parón de lluvia, caminamos hasta el Anfiteatro Romano, uno de los lugares imprescindibles de la ciudad, y entramos en el museo contiguo, el Museo de Folklore Jordano.
Visitando el Anfiteatro salió incluso un poco el sol! Aunque luego mientras estábamos en el Teatro Odeon (al lado del anfiteatro) la lluvia hizo de nuevo acto de presencia. Allí estuvimos unos 20 minutos esperando a que pasara el temporal, en compañía del hombre que vigilaba el teatro, un señor super agradable y que no paraba de disculparse con nosotros por no tener nada de comer o beber para ofrecernos!
A continuación pasamos por la Mezquita Grand Husseini y nos dirigimos a Rainbow Streeet, una calle con muchos comercios y restaurantes. Paramos en un bar a tomar un té, y reservamos en uno de sus restaurantes, donde volveríamos a cenar por la noche.
Tras el paseo por Rainbow Street, fuimos al hotel para cambiarnos, pasamos por el anfiteatro romano para verlo iluminado y regresamos a la zona de restaurantes donde cenamos en Sufra y en el que tuvimos una de las mejores cenas de nuestras vacaciones!
A pesar del tamaño de la ciudad (unos 5 millones de personas viven en ella), la zona del centro es fácil de recorrer, y aunque encontramos algunas cuestas, es sencillo moverse de un sitio a otro a pie.
Visitar Jerash desde Amman
A la mañana siguiente cogimos un taxi que nos llevó a la oficina del rent a car donde habíamos alquilado el coche.
El alquiler lo hicimos a través de la web economy car rentals y con el coche recorreríamos parte del país, para devolverlo 5 días más tarde en el sur, más concretamente en la ciudad de Aqaba.
El carnet de conducir internacional no nos hizo falta, nos bastó con el español, tanto en el rent a car, como en todas las veces que nos lo pidió la policía… y es que nos pararon 4 veces en 5 días!!
Cogimos el coche y condujimos hacia Jerash, situada al norte del país (cerca de la frontera con Siria). El día había amanecido mayormente soleado, y aunque hacía fresco, unos 12-13º, la ausencia de lluvia se agradecía un montón!
El trayecto a Jerash fue sencillo y en algo menos de una hora llegamos allí, donde visitaríamos su ciudad antigua. No habíamos leído mucho acerca de este lugar y era por ello que no teníamos demasiadas expectativas creadas, pero hemos de decir que nos encantó! Íbamos con la intención de hacer una visita express, pero una vez allí no pudimos evitar ir parando cada momento, y recorrer hasta el último punto de la ciudad antigua.
Entre los lugares más destacados de Jerash, nos encontramos con el Arco de Adriano, la Plaza Oval o Foro, la Avenida de las Columnas, el Teatro Sur o el Templo de Artemis.
Y tras la visita de Amman y Jerash pusimos rumbo hacia el Mar Muerto, adonde esperábamos llegar antes de que se pusiera el sol y disfrutar así de uno de los atardeceres más esperados!