Después de pasar un par de noches en Miami volamos hasta el Caribe, concretamente a Belice, país en el que pasaríamos el resto de nuestras vacaciones.
A pesar de que no habíamos reservado ningún alojamiento con antelación, no fue demasiado difícil encontrarlo; nada más poner pie en tierra firme fueron varias las personas que se nos acercaron ofreciéndonos habitaciones. Una de ellas nos acompañó a ver varios establecimientos hasta que dimos con uno que nos gustó: pegado al mar, con terraza, con tiendas y restaurantes alrededor, y no demasiado caro; justo lo que buscábamos! 🙂
Snorkel en Hol Chan
Después disfrutaríamos de dos baños más en la reserva, en Hol Chan Channel, y otra en los Jardines de Coral, donde vimos tortugas, rayas águila, muchos peces y bastante coral, además de algunas pequeñas cuevas.
Entre baño y baño tuvimos tiempo de disfrutar del barco en el que íbamos, los guías nos dieron arroz con pollo para comer, y aprovechamos para tomar el sol y deleitarnos con el paisaje y con los increíbles colores turquesas del mar de Belice.
En Caye Caulker, por las tardes solíamos dar una vuelta para conocer un poco más la isla, y uno de los días nos animamos a sacar de paseo a Lola, una perra que lleva varios meses abandonada. En Caye Caulker existen varias casas de acogida de perros abandonados; los recogen de las calles para cuidarlos, y ofrecen a los turistas la posibilidad de pasearlos. Por cada paseo, consiguen 2$ en comida que aporta alguna marca de comida de animales.
Visita Caye Ambergris desde Caye Caulker
Otro día aprovechamos para conocer la otra gran isla de la zona, Caye Ambergris. Está situada al norte de Caye Caulker a unos 30 minutos en bote, es bastante más grande que esta última, y bastante más popular entre turistas que acuden a ella atraídos por sus grandes resorts y numerosos restaurantes. De Caye Ambergris dicen que es la isla en la que se inspiró Madonna para su famosa canción “la isla bonita”. Nosotros llegamos a su pequeña capital, San Pedro, y pasamos medio día recorriéndola, y no sabemos si porque el día estaba más bien nublado con algo de lluvia, si porque no llegamos a encontrar ninguna playa paradisíaca, (solo varias en la que no nos podíamos bañar porque había muchas algas), o bien porque el restaurante en el que comimos no nos dejó muy buen sabor de boca… tenemos que decir que a pesar de su encanto, Caye Ambergris no nos pareció esa “isla bonita” que buscamos, aunque las tonalidades de turquesa de sus aguas nos resultaron impresionantes.
Y así transcurrieron nuestros primeros días en Belice y en Caye Caulker, aunque aún nos quedaban algunos días más en esta isla y muchas actividades por realizar!