Los moais son las grandes estrellas de Isla de Pascua. Se encuentran repartidos por toda la isla, y constituyen el componente cultural más significativo de Rapa Nui. Estas estatuas eran construidas por los nativos para venerar a los espíritus de los antepasados más importantes de cada familia, y en la actualidad se presentan como el gran atractivo de la isla, y uno de los principales motivos para viajar a tan remoto lugar.
Los moais a lo largo de la historia
Existen muchos enigmas en torno a la Isla de Pascua en general, y a sus singulares moais en particular; se cree que los primeros datan del siglo IX, y a partir de ahí se tallarían durante unos ocho siglos, teniendo diferentes características, ya que los primeros destacaban por ser más bajos y anchos, mientras que los construidos en fechas más recientes eran mucho más altos y robustos, llegando a pesar alguno de ellos más de 80 toneladas. Sería entre los siglos XV y XVI cuando su construcción vivió su máximo auge. Las teorías actuales señalan que fueron los propios habitantes de Rapa Nui los que durante conflictos internos los derribaron, ya que los europeos cuando llegaron a la isla en el siglo XVIII, los encontraron derruídos. En la segunda mitad del siglo XX, y tras un largo periodo de transición en la isla, se procedió a la restauración de numerosas plataformas, volviendo así los moais a esos altares ceremoniales en los que ya estuvieron en siglos pasados y en los que los encontramos a día de hoy.
Cuántos moais hay en Isla de Pascua
Actualmente hay contabilizados unos 800 moais repartidos por Rapa Nui: prácticamente la mitad de estos 800 moais (397) los encontramos en la cantera de Rano Raraku. 288 están erigidos en muchos de los Ahu (plataformas elevadas ceremoniales hechas de piedra) que encontramos en la isla, siendo esta su posición natural y original. Por otra parte, hay 92 moais más esparcidos por toda la isla que salieron de la cantera de Rano Raraku, pero que por diversos motivos no llegaron a ninguna plataforma. La mayoría de estos se encuentran tumbados o caídos y los podemos ver en algunos de los caminos y senderos que recorren la isla.
Cómo se construyeron los moais
Los moais eran originalmente tallados sobre la roca, dejando un trocito saliente en su espalda que lo unía a la roca. Una vez tallado, este trocito de la espalda era removido y el moai deslizado ladera abajo. Para esculpir y finalizar la parta trasera, lo depositaban en un foso quedando la espalda al aire. Cuando ya estaban esculpidos, eran trasladados a los Ahu donde una vez erguidos, se les colocaban unos corales blancos en la cuenca de los ojos, y unas piedras volcánicas que hacían de pupilas, finalizándose así su construcción.
En cuanto a como estas grandes estatuas de piedra, algunas de más de 80 toneladas de peso, eran movidas de un extremo a otro de la isla, existen multitud de teorías al respecto así como numerosas incógnitas que aún perduran. Una de las que más partidarios genera, es la del ingeniero checo Pavel Pavel, un experto en la isla, que indica que los moais eran trasladados con un sistema de cuerdas más los movimientos balanceados de unos cuantos hombres. Otras hablan del uso de «trineos» de madera, troncos, o incluso de los extraterrestres como artífices de la colocación de los moais a lo largo de la costa.
Ver moais en Isla de Pascua
Resulta impensable, y prácticamente imposible visitar Isla de Pascua y no ver ninguna de estas estatuas. De hecho, en el mismo aeropuerto justo al bajar del avión ya nos encontraremos uno que nos da la bienvenida a la isla… aunque hemos de decir que este moai del aeropuerto es de «mentira», ya que es obra de un escultor local quien lo realizó en los años 70.
Durante nuestra semana en la isla recorrimos la isla de punta a punta visitando numerosas plataformas y moais, a cada cual más espectacular, siendo los más destacados:
TAHAI
Tahai es uno de los centros ceremoniales más asombrosos de Isla de Pascua, además de uno de los más accesibles ya que se encuentra muy cerca de Hanga Roa y se puede llegar fácilmente caminando o bicicleta.
Nosotros íbamos casi todas las tardes, ya que es uno de los mejores lugares para ver el atardecer aunque en toda una semana no tuvimos demasiada suerte con las nubes.
Además de un importante y amplio yacimiento arqueológico, en Tahai podemos contemplar hasta 3 plataformas distintas: Ahu Vai Uri con 5 moais en diferentes estados de conservación, alguno ya bastante deteriorado; el Ahu Tahai, una plataforma que cuenta con un único moai de más de 4 metros, y el Ahu Ko Te Riku, un moai muy especial ya que es el único de toda la isla que puede ver. Y es que hace unos 40 años se descubrieron en la isla unos fragmentos de coral que confirmaron las teorías que decían que los moais tenían ojos! Así que cuando los moais de la isla fueron restaurados, se decidió que a este se le pusieran ojos realizados del mismo material, teniendo así una idea más aproximada de cómo eran los moais en la antigüedad. En cuanto a los fragmentos originales encontrados, se pueden ver expuestos en el museo antropológico de la isla.
ANAKENA
En Anakena nos encontramos una espectacular plataforma llamada Ahu Nau Nau que contiene algunos de los moais que mejor se conservan de toda la isla. Y es que antes de la restauración del ahu, estos moais pasaron muchos años semi enterrados en la arena, siendo esto muy positivo ya que gracias a este hecho apenas se deterioraron.
Si por algo más destaca esta plataforma es por su entorno idílico, situada en la mejor playa de Isla de Pascua, con una arena blanca y unas aguas turquesas en las que es difícil resistirse darse un chapuzón.
AHU TONGARIKI
Tongariki es la plataforma ceremonial más grande de la isla, con 15 inmensos moais en un estado de conservación impecable.
Ahu Tongariki es el lugar que más nos impresionó en Isla de Pascua. Nos quedamos sin adjetivos para poder describir lo que significó para nosotros estar a solas frente a esas 15 colosales estatuas. En ese momento piensas que haber cruzado medio mundo ha merecido la pena, y es que Tongariki es un sueño hecho realidad.
Durante la semana que pasamos en Isla de Pascua visitamos Tongariki hasta en 3 ocasiones, y todas fueron distintas. La última de ellas fue para contemplar el amanecer, un espectáculo único e irrepetible que estuvimos a punto de perdernos! Y es que todas las mañanas poníamos el despertador muy temprano pero cuando nos levantábamos, o bien estaba nublado, o bien llovía por lo que nos volvíamos a la cama con el pensamiento de intentarlo al día siguiente. Y así pasaron los días hasta que en nuestro último día en la isla, y a pesar de que había unas cuantas nubes, decidimos todavía en noche cerrada, salir de la cama y cruzar la isla para ver ese amanecer que dicen es mágico. Y menos mal que fuimos!!! Durante una hora, e incluso con nubes, disfrutamos de uno de los amaneceres más espectaculares y especiales que recordaremos nunca.
Existen varios moais más y pukaos en los alrededores y que están esparcidos por el suelo. Entre ellos, el moai viajero. Y lo de viajero viene porque aunque nacido como el resto de moais en Rapa Nui, fue enviado en barco hasta Japón en el año 1982 donde fue expuesto en una feria industrial. Tras la exposición, regresó a la isla, y desde entonces es conocido con este simpático apodo.
RANO RARAKU
Rano Raraku es uno de los volcanes que podemos encontrar en Isla de Pascua, y su ladera, el lugar que alberga más moais de toda Rapa Nui. Hay contabilizados 397, pero es posible que haya muchos más completamente enterrados. Este lugar es de gran importancia ya que en esta cantera era donde se esculpían los moais, y desde aquí, transportados a diferentes puntos de la isla donde eran colocados en sus diferentes plataformas.
Visitando esta cantera nos podemos hacer una idea más clara de como esculpían un moai, ya que allí los encontramos en varias fases de construcción: completamente adheridos a la roca, unidos únicamente por un trocito, y ya finalizados y esparcidos en distintos puntos de la ladera.
En Rano Raraku están los moais que nunca fueron llevados a sus altares. Entre ellos, el más grande jamás esculpido, con una altura de 21 metros, y que se quedó ligado a la roca. No sabemos como hubieran podido mover semejante trozo de piedra!!
A pesar de que Rano Raraku es junto a Orongo el único lugar de Rapa Nui que puede ser visitado tan solo una vez, nosotros tuvimos la fortuna de disfrutarlo por partida doble. Y es que en nuestra primera y en teoría única visita, nos vimos sorprendidos por un gran nubarrón que dio paso a un chaparrón que hizo que tuviéramos que acortar el recorrido. Es por ello, que antes de abandonar la isla pasamos de nuevo por allí, y explicamos lo que nos había pasado días atrás a los chicos de la taquilla, quienes amablemente nos dejaron pasar.
AHU AKIVI
En Ahu Akivi nos encontramos una plataforma con 7 moais de similar tamaño, muy bien conservados y que tienen una particularidad única en toda la isla: miran de frente en dirección al mar, y no de espaldas como el resto de plataformas de la isla. Pese a ello, esta plataforma no está cerca de la costa sino en el interior de la isla, siendo también un caso bastante excepcional. Ahu Akivi fue la primera de las plataformas de la isla que se restauraron, realizándose estos trabajos en 1960.
PUNA PAU
En el volcán Puna Kau no veremos moais, pero si un accesorio que encontramos en multitud de ellos: el pukao. Este sombrero de color rojizo cubría la cabeza de los moais, y se cree que representaban el peinado típico de los habitantes de la isla. En Puna Pau existen en la actualidad unos 20 pukaos de gran tamaño, que quedaron dispersos por la ladera y listos para su traslado.
TE PITO KURA
Antes comentábamos que el moai más grande está en la cantera de Rano Raraku y que mide 21 metros. Sin embargo, ese moai nunca fue terminado, y por supuesto, tampoco levantado sobre un Ahu. Para encontrar el moai más grande que cumpla estos requisitos nos tenemos que ir a Te pito Kura, donde nos encontramos con un moai llamado Paro, y que en la actualidad se encuentra derribado. A su izquierda, una gran piedra redonda sobre la que corren muchas leyendas, y que es conocida como «el obligo del mundo».
AHU HURI A URENGA
Terminamos con este moai que representa un caso único en Rapa Nui, y es que durante su restauración se apreció que tenía 4 manos! Algo a lo que aún los expertos no han encontrado explicación.
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