Tras dejar Malapascua, y aunque en un principio no entraba demasiado en nuestros planes, decidimos hacer una parada en Oslob, una ciudad al sur de Cebu. Hasta allí nos fuimos como muchos otros turistas para ver a un animalito inofensivo pero imponente: el tiburón ballena de Oslob!
Desde Malapascua a Oslob, tuvimos que tomar un par de autobuses (uno de Maya a Cebu y otro de Cebu a Oslob), un viaje que nos llevó casi todo el día, ya que tuvimos que cruzar la isla de Cebu de norte a sur!
Una vez en Oslob buscamos una casa en la que alquilaban habitaciones, y que nos habían recomendado en Malapascua, pero cuando dimos con ella la dueña nos dijo que estaban completos para esa noche! Lo bueno es que ella misma nos dijo que una vecina suya tenia una habitación en su casa que solía alquilar, así que fuimos a preguntar y tuvimos la suerte de poder quedarnos allí!
En Oslob no hay casi nada que hacer así que después de cenar nos dormimos y a primerísima hora de la mañana nos fuimos a la playa. Allí se encontraban algunos pescadores que esperaban ya a los primeros turistas del día. Nos montamos con varios de ellos en una barca y después de una breve charla y unos escasos cinco minutos de trayecto llegamos al sitio. «Ya podéis saltar» nos dijeron. Y nosotros con unas caras de miedo… jejeje. Pero nos tiramos al agua, y allí que se nos acercaron varios pescaítos de 10 metros de largo y una boca como para tragarnos a los dos sin masticarnos jeje. Menos mal que la carne humana no les va mucho, de momento se conforman con pescado crudo 🙂
Jejeje a mí me da susto cuando me rozan las algas en la playa… Ale, jamás volveré a pensar que eres un cagueta; lo prometo 😉