Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 20 años, la Bahía de Halong, conocida también como Halong Bay, es el monumento natural más importante de Vietnam.
El conjunto además fue elegido como una de las 7 maravillas naturales del mundo en 2011. Se trata de una extensa bahía con más de 2000 islas e islotes de roca karstica esparcidas a lo largo de 120 km de costa. Halong significa «dragón descendiente» ya que según la leyenda, fue un dragón quien para proteger a los vietnamitas de los invasores chinos, escupió cientos de joyas formando una barrera que posteriormente dio lugar a estas islas.
 
Son varias las opciones a la hora de visitar la bahía; nosotros decidimos hacer un crucero de dos días pasando la noche en el barco. Una furgoneta nos recogió por la mañana en nuestro hotel de Hanoi y nos dirigimos hacia la ciudad de Halong, puerta de entrada a la bahía. Tras unas tres horas de trayecto por carretera, y conforme nos acercábamos a la costa empezamos a ver las formas de los islotes al fondo. El día estaba bastante gris pero la vista seguía siendo espectacular. Llegamos a Halong, y tras varios minutos más en un pequeño bote por fin empezamos el crucero. El guía nos dio la bienvenida al barco y nos presentó a la tripulación del crucero. Era un barco pequeño, de apenas 10 camarotes y en el que viajaríamos 20 personas. Nos sirvieron el almuerzo, y ya desde el comedor podíamos ver todas aquellas rocas mientras el barco comenzaba a navegar. Tras la comida subimos a la cubierta, desde donde las vistas eran mejor: un conjunto de cientos y cientos de islotes que no tenía fin. Cuando ya parecía que no había más rocas, aparecían varias decenas más, y así durante kilómetros. El día seguía gris, con algo de niebla incluso. Esta niebla aunque en un principio no la hubiésemos deseado le daba al paisaje un toque más místico y misterioso. Nos relajamos en la cubierta mientras el barco se adentraba entre aquel laberinto de rocas.
 
Tras un rato navegando en el que el guía nos fue dando explicaciones sobre la bahía, nos acercamos a un pueblo flotante. El barco paró y en un pequeño bote fuimos hasta este pueblo. Una vez allí cogimos unos kayaks y remamos entre las casas flotantes donde veíamos a la gente hacer sus labores cotidianas. Además de las casas vimos la escuela del pueblo e incluso un supermercado flotante móvil que iba casa por casa ofreciendo sus productos.
 
 
De vuelta en el barco, y tras una merienda, llegó la hora del baño! El guía preguntó si a alguien le apetecía nadar por la bahía, aunque finalmente de todo el barco Ale y un americano se dieron el chapuzón, con mucho cuidado con las medusas que habían por el alrededor.
 
Después del baño nos sirvieron la cena y pasamos el resto de la noche charlando con los demás pasajeros y pescando calamares! Por suerte maría pescó uno 🙂 Eran muchos los barcos que a esas horas estaban parados en la zona, pudiendo disfrutar de un bonito paisaje con un montón de luces provenientes de cada uno de estos barcos y las siluetas de las islas e islotes de fondo.
 
Apenas había amanecido al día siguiente cuando el barco empezó de nuevo a moverse. Eran las 6 de la mañana; algunos pasajeros subieron a la cubierta a hacer tai-chi, mientras que nosotros estuvimos haciendo varias fotos mientras preparaban el desayuno.
 
Después del desayuno nos dirigimos a otra de las atracciones que existen en la zona: las cuevas. Visitamos una de ellas, desde la cual teníamos vistas espectaculares de la bahía.
Volvimos al barco, donde nos esperaba el chef para darnos un breve curso de cocina, en el que explicó como hacer los típicos rollitos vietnamitas. Tras la demostración llegó nuestro turno y con más o menos estilo preparamos unos rollitos que serían parte de nuestro almuerzo.
 
Después de comer navegamos un poco más acercándonos a la costa, hasta que finalmente tuvimos que dejar el barco poniendo punto y final a nuestro crucero por la Bahía de Halong. De ahí nos llevaron de vuelta a Hanoi donde pasaríamos pocas horas antes de irnos hacia el norte, muy muy cerca de China….
 
Un sitio mágico! Unas fotos geniales.
Gracias por compartirlas con todos
Gracias! La verdad que eso de Maravilla Natural del Mundo se lo ha ganado con todo merecimiento!
Te estoy esperando para que me prepares un rollito vietnamitas de esos que babrás aprendido a cocinar jeje
jaja vale pero te digo que yo era de los que menos estilo tenía haciendo el rollito jejeje