Después de nuestros dos fantásticos días en Gili Trawangan volvimos a Bali, pero ésta vez nos alojaríamos en una ciudad en el centro de la isla: Ubud, más alejada de las playas y los turistas. Para alojarnos en Ubud dimos con un hotel llamado Suly Resort. Cuando llegamos, un par de chavalines que no tendrían más de 15 años nos cogieron las mochilas y nos acompañaron a recepción. Allí tras darnos la bienvenida y tras ofrecernos un delicioso zumo natural y una toallita refrescante, de nuevo otros dos chavales nos acompañaron a la habitación. Por el camino veíamos a más adolescentes por el restaurante, zonas del spa, pasillos… Explotación infantil?? – pensamos… pero no! jejeje! Resulta que el dueño del Suly fundó el hotel para que también funcionara como escuela pública de hostelería, se estudia y se vive allí de manera gratuita y a cambio los estudiantes ayudan en las tareas del hotel y hacen sus prácticas dónde se terminan de formar. Todos eran muy simpáticos y divertidos, siempre se interesaban por ti y te preguntaban cosas de tu país o de tus vacaciones y la verdad que nos alegramos mucho de haber caído en ese hotel 🙂
 
Pasamos la tarde descansando en la piscina y cenamos en el que se convertiría en nuestro restaurante favorito de Ubud: Nomad, situado en la calle principal de Ubud, tenía una riquísima comida local!!
 
A la mañana siguiente nos recogieron en el hotel para llevarnos al río Ayung. Allí comenzaríamos un descenso en rafting de unas dos horas, con unos paisajes preciosos, muchas cascadas y todo tipo de vegetación. El descenso fue muy divertido; compartimos barca con una pareja de chinos que vivían en Australia y nuestro guía Twin, que iba todo el tiempo bromeando y echándonos agua!
 
Después del rafting y tras almorzar, volvimos a Ubud para visitar el Bosque de los Monos. Éste es un parque con algún que otro templo y como su nombre bien indica, está todo lleno de monos! Algunos se te suben encima, otros te buscan en tus bolsas para ver si tienes comida o si están sedientos se sirven ellos solos de tu botella de agua….
 
La visita fue muy divertida aunque la acabamos en la caseta de primeros auxilios… a Ale un monito le dio un mordisco y aunque no fue casi nada nos queríamos asegurar que no tendría ningún problema. En la caseta nos informaron que todos los monos del parque están vacunados y pasan revisiones periódicamente, por lo que no había que preocuparse en cuánto al tema de enfermedades, así que una vez curada la herida nos dirigimos hacia el mercado de Ubud. De camino unas chicas que estaban en la puerta de una cafetería nos ofrecieron unos churros para probar…churros en Indonesia?? Pues estaban de rechupete!! A esto que se nos acercó un chico hablándonos en español, quién resultó ser el dueño de la cafetería. Él era Peter, un catalán que hacía 6 meses había abierto una churrería en Bali!! Pasamos dentro y nos estuvo enseñando la máquina que se trajo desde Barcelona, y nos tomamos unos churros con él mientras nos contaba todas las peculiaridades de Indonesia, su cultura y su religión.
 
Tras la merienda seguimos hasta el mercado dónde pudimos encontrar todo tipo de puestos con muchas figuras típicas balinesas talladas en madera o piedra, además de muchos otros souvenirs de Bali. Cuándo ya se hizo la hora fuimos a ver un espectáculo de danza kecak, ritual típico balinés en el que unos 100 hombres cantan alrededor de una escena que desarrollan varios actores principales y también vimos otro de baile trance en el que un hombre corre sobre brasas.
 
Al día siguiente habíamos quedado con unos amigos de Arman, el amigo indonesio de Ale. Vinieron con su coche particular e hicimos una ruta turística por los alrededores de Ubud. En primer lugar fuimos a la famosa casa del curandero de la pelícua «Come, Ama, Reza». No es exactamente el mismo viejito que sale en la peli porque se negó, pero el curandero en la vida real existe y tienes que coger turno como en la carnicería y elegir si quieres que te lea la mano, hacer viajes astrales u otros servicios espirituales. Nosotros sólo nos hicimos un par de fotos dónde salen las escenas de Julia Roberts con él y seguimos con nuestra ruta.
 
A continuación nos llevaron hasta la falda del volcán Batur, desde dónde pudimos ver una panorámica con un gran lago delante. Después visitamos el Templo Tirta Empul, cerca de la localidad de Tampaksirin, en el que cientos de hindúes hacían largas colas para bañarse en el agua bendita que emana de la tierra. Para acabar la ruta de los templos fuimos a Pura Besakih, conocido también como Templo Madre. En este complejo, el más grande y sagrado de la Bali, podemos encontrar hasta 22 templos diferentes, siendo Pura Penataran Agung el principal. Aquí estuvimos un rato paseando acompañados de un guía que nos iba dando algunas explicaciones, y con el que hicimos una ofrenda.
 
Para la hora de comer fuimos a un restaurante rodeado de las típicas terrazas de arroz balinesas y después, hicimos parada en la capital Denpasar. De ahí regresamos al hotel donde pasaríamos la última de nuestras 9 noches en Bali, una isla con varias caras, muy turística pero a la vez muy auténtica, en la que de nuevo nos quedamos con ganas de más.
Buenas, para hacer descenso de ríos lo reservas por internet con antelación o el mismo día una vez estés en ubud?? Voy en agosto asiq te cojo algunas ideas 😉
Hola Sara, estando en Kuta los primeros días ya fuimos viendo alguna información sobre rafting, pero no fue hasta que llegamos a Ubud cuando finalmente lo contratamos, con solo un día de antelación. Hay un montón de agencias ofreciendo estas excursiones, así que no deberías tener demasiados problemas 🙂 Un saludo!!!
Hoy me ha mordido un mono a mi aquí en ubud y la verdad es que me he rallado mucho con el tema de las vacunas y cuando te he leído me ha tranquilizado así que creo que esperare llegar a España para acercarme a preguntar o hacerme una analítica no se por el tema de la rabia. A ti te dieron seguridad cuando te lo dijeron? A mi uno me ha dado hoy un boca algo superficial pero me hizo sangre en el brazo, luego me curaron de inmediato.jo perdona la rallada soy algo aprehensiva
Hola Mar, vaya con estos monos!! La verdad que las explicaciones que nos dieron respecto a los monos me convencieron, además que al chico que me atendió no le vi nada alarmado ni sorprendido, así que supongo que no fui el primer turista al que le mordió alguno. Yo de ti no me preocuparía demasiado 😉 Un saludo y sigue disfrutando por Indonesia!!
Me querría dar un besito en el brazo y sin darse cuenta me hincó el diente, pero yo no le guardo rencor jejeje
Tu queriéndote hacer amigo del mono y el te paga con un mordisco jejeje . Pero .¿no sería un cariñito al mostrarle tu confianza ? jeje. A disfrutar que son …….