Nuestro siguiente destino en Laos ha sido la pequeña ciudad de Vang Vieng, situada entre Luang Prabang y la capital Vientiane. A pesar de las numerosas atractivos naturales existentes en sus alrededores como cascadas y cuevas, Vang Vieng adquirió fama en los últimos años gracias a la actividad de «tubing». El tubing en Vang Vieng consistía en hacer un descenso en río sobre unos grandes neumáticos, e ir parando en diferentes bares y puestos que se encontraban en la orilla, en los que podías obtener todo tipo de bebidas. La idea parecía divertida, pero con el paso del tiempo el asunto se fue descontrolando; cada
vez eran más los turistas que acudían a Vang Vieng con la idea de emborracharse, y al mismo tiempo aumentaba el número de puestecillos sin licencia que vendían de todo en las orillas. Además, no se tomaban demasiadas precauciones durante la temporada de lluvias, en los que el caudal del río era mucho más grande. Como consecuencia de todo esto el número de accidentes subía cada año, muriendo a lo largo de 2011 hasta 27 turistas, en su mayoría jóvenes australianos, europeos y americanos. En verano de 2012, después de la muerte de dos australianos, y tras fuertes presiones las autoridades de Laos decidieron que era hora de poner cierto control a esta actividad, clausurando todos aquellos bares que no tenían licencia, imponiendo fuertes multas, y dejando lo que en la actualidad es un tubing más «light».
 
Haciendo Tubing en Vang Vieng
del día haríamos un total de 4 paradas en 4 bares distintos, en los cuales vendían bebidas y comidas; además contaban con pistas de volley, baloncesto, billares o mesas de ping pong con lo que cada parada se hacía muy amena y nos costaba mucho arrancar para ir a la siguiente. El día se nos pasó volando, y finalmente sobre las 19:30h decidimos volver al pueblo. Perdimos parte del depósito (unos dos euros) pero mereció la pena. Ya en el pueblo, y mientras cenábamos, aún veíamos a gente regresando con los roscos.
Blue Lagoon en Vang Vieng
Al día siguiente, tuvimos un día algo más relajado y nos fuimos hasta la Blue Lagoon, la laguna azul, situada a unos 7 km del pueblo. La Blue Lagoon es como un parque con una laguna en la que te puedes bañar, al que acuden tanto turistas como locales a pasar el día. La zona de la laguna cuenta con algunos árboles desde cuyas ramas te puedes tirar al agua; desde otras ramas además cuelgan columpios de madera, o cuerdas para lanzarte al agua al estilo Tarzán y al lado tienes un espacio para tomar el sol y hacer un picnic, y un restaurante para aquellos que como nosotros, no lleven nada de comida 😉